Y tú, ¿también eres un arco iris?

Hay grillos nocturnos que cantan mientras se aman, y en el éxtasis, el cuerpo se les vuelve arco iris. Ese abandono por el que explotan las venas para supurar y descansar la cabeza de las ideas. Soltar a borbotones con rabia exacta y sin interrupción, las cargas. Indefensa eres sólo una turista que desaparece.

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