Despertó de madrugada para alistarse. Sonrió al
encontrar un post en la puerta de la cocina con un poema a la luna. Hizo café y
se sirvió una taza. Un hormigueo le comenzó por la espalda y camino hasta la
cintura. Apresado en su vestidito rosa se carcajeó, era él saboreando su oído
quien tambien habia despertado con el silbido de la madrugrada.
- Toco las sábanas y me quedo sin piel cuando no
estas a mi lado -Le dijo al abrazarla por la espalda.
- Soy como un gancho de ropa que detiene el sol y
por eso puedo pronosticar lluvias torrenciales, replicó mientras veía de reojo
como desabotonaban su vestido.
- No, creo que sólo hara frío, mucho frío.
- Sí, lo empiezo a sentir, creo que tendremos que
regresar a la cama...
-...y hasta medio día
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