
Me
evaporo por horas con un encajoso ladrón, quien aliado con mi fuego, arde hasta
satisfacerme.
Y
tú, tú no estás ciego ante mi rutina, sabes y te entusiasma, en esta tempestad
tienes el capricho de mirarme compartida, de imaginar extasiado el auxilio que
balbuceo en la penuria de la noche; esta falta de sentido sólo espera
convencerlo que tu muerte es el único medio para salir de esta prisión.
Y aunque hoy habrá de irse
solo, mañana lo acompañaré yo.
Comentarios
Te felicito por tu blog!
(releo)
Ay güey!!!!
Gracias por la visita
Besos
Saludos también a campanita.
Besos