Espina


Cuando desperté, ya era un día varado, aunque se develó despacio, sin pretensiones, y curiosamente, hasta sin tráfico. Te habías metido por la noche en mi cabeza como un lúcido pensamiento y golpeaste todos mis intentos por dormir. 
Escribí tu nombre en el aire, consciente, lo aspiré; estarías en mi respiración, como una puerta que se abre y cierra sin voluntad, hasta en la calma, encontrar tu ritmo y prioridad. Avanzadas las horas, me dieron ganas de dejarte atrás, pero estoy aquí, sentada.

Comentarios

quimeras ha dicho que…
... como esos besos que llevo conmigo, sin sentido de la proporción... que forma más exacta y completa de describir la realidad como el eufemismo en que la convierte el recuerdo...
te leo...
Unknown ha dicho que…
gracias XD
besos
LETRASMUERTAS ha dicho que…
Entre aguijones y espinas? no cabe duda que el escritor y poeta encuentra inspiración doquier...
Unknown ha dicho que…
pa que le digo que no, si sí, jajaja
Besos