Corazón abierto y delatado


Todo lo observo, pienso, escucho, huelo y saboreo: siento. Por todas las venas hasta la punta de los dedos de los pies. Soy adicta a sentir, al dolor inadulterable, a los malos comienzos y a besar poquito a poquito, de la forma más sutil, humana y sobrenatural. Hasta lograr la sintonía, el ritmo y la misma latitud. Esa que te enciende cuando te rodea y difícilmente te abandona.

Comentarios

Eva Magallanes ha dicho que…
Buena prosa y enjundioso contenido.
Soltar amarras aunque la posibilidad del naufragio y la deriva sean siempre posible... sobre todo tratándose del amor (o de su anhelo) ya que éste siempre será un salto al abismo oceánico... con sus espléndidos hallazgos y sensaciones; con sus remansos submarinos y con el latido de la muerte siempre vivo. Una muerte que es necesaria para la transformación y la supervivencia de ese mismo amor... el ciclo de la vida-muerte-vida.
No hay certezas y no se es libre si no se asumen los riesgos, por el contrario, el muro que levantamos para protegernos es un miedo que nos encadena.
Comprendo tu sentir y te invito a la inocencia nuevamente.
Saludos fraternos desde el confín austral!